lunes, septiembre 13, 2010
VIVA MEXICO
Pero siempre SIEMPRE hay algo que celebrar, amigos, familia, días mas que estamos vivos y que no hemos sido secuestrados, muertos o indiciados... celebremos qeu somos una nación, qeu estamos con los qeu amamos, que podemos tomarnos un tequila (o un martini) que podemos comer carnitas, tacos al pastor, barbacoa aguacates para el berrinche. Que celebramos la muerte y, ¡como de que no! la vida.
Celebremos que somos una nación, que a pesar de todo amamos la mexicanidad, sea eso lo que sea, que podemos cantar Mexico en la Piel y Mexico lindo y querido, que lloramos sobre un mezcal, que podemos tener dobles nacionalidades (aunque a mi me de roña eso todavía) que la bandera y el himno nacional nos ponga la piel chinita y nos pongamos de pie para cantar el himno nacional aqune esté en la tele, que México huele a volcanes, a playa, a comida dominical y a pláticas con los amigos, que te puedas bronquera con otros mexicanos diciendo qeu estamos delachi pero que nadie NADIE, pueda decir lo mismo si no ha nacido ene ste suelo o por lo menos tiene carta de naturalización y se exponga al 33, que a fin de cuentas ESTO, problemas, narcotráfico, recesión, violencia, todo sea NUESTRO y por eso mismo podemos cambiarlo si simplemente le echamos ganas... total, lo pero que nos puede pasar es dejarnos el pellejo y eso, lo dejaron los aztecas, lo dejaron los españoles que vinieron a hacer la "américa" lo dejamos cada día cada uno de nosotros en el simple vivir y ser...
VIVA MEXICO CABRONES porque no hay otra manera de decirlo... mas que hagamos un México nuestro... de comunidad y de ser...
Por esto y por mucho más
VIVA MÉXICO y yo si celebraré este año porque a fin de cuentas no creo llegar al tricentenario
Tabi Alonso
viernes, septiembre 03, 2010
Margarita Robleda, CREO EN MEXICO
Margarita Robleda Moguel
Creo que 200 años de ser México, son muy poquitos para cuajar en el país que hoy apenas vislumbramos.
Creo que el festejo del Bicentenario de la Independencia nos invita a reflexionar sobre dependencias e independencias necesarias para liberar al ser humano que vive en nosotros.
Creo que el Aniversario de la Revolución nos conmina a revolucionar toda cadena y rejas que limitan nuestras alas y nos roba la creatividad, identidad y risa compartida.
Creo que como país de apenas de 200 años de intentar amalgamar los miles de años previos al dolor de la conquista, el atropello de la misma, los primeros pasos vacilantes de la colonia, dependiendo de un padre lejano, ausente, y la infancia de la revolución, en los tiempos en que un ladrillo marea a cualquiera, los festejos bicentenario y centenario nos encuentran en plena adolescencia, que como su nombre lo dice, nuestro país, en la frivolidad, el egoísmo y la inconsciencia, adolece de claridad de pensamiento y autoestima; sobre todo del sentido común, el menos común de los sentidos, pero que ahí va.
Creo que igual que después de la noche más oscura siempre, siempre amanece y al final del invierno más crudo siempre llega la primavera… después de la adolescencia más resistente: se madura y que México florecerá a pesar de los gobernantes de miras cortas, los partidos políticos mercantiles, los comerciantes voraces y la indiferencia de la sociedad.
Creo que cada vez somos más los convencidos de que sólo juntos, más allá de las divisiones, remando en una misma dirección, saldremos de éste bache de tiempos extraños, de tiempos inciertos donde lo más fácil es culpar, abusar, rendirse, desconfiar y sentarse a rumiar el desconsuelo.
Creo en la herencia cultural que me legaron mis abuelas y abuelos, de aquí y de a cuyá; hombres y mujeres trabajadores, generosos y valientes que se crecieron ante la adversidad y supieron comprometerse con sus sueños.
Creo que este es un tiempo de privilegio para detener la prisa y aprender lo vivido; ser capaces de reconocernos para reconocer al otro; tejer alianzas solidarias con nosotros mismos, en pareja, con la familia, con los colegas, los amigos: con la comunidad.
Creo que México merece que nosotros, mas allá ponernos “hasta atrás” en “su honor” el 15 de septiembre, nos pongamos “hasta el frente” en su beneficio los 365 días del año.
Creo que más allá de toda demagogia, trabajando unidos, produciendo, integrando a todas las piezas de este mosaico de diversidad que nos conforma, al medio ambiente que nos alberga, con respeto y justicia, en comunidad, iremos bordando la nación libre y soberana que merecemos.
Creo que un sueño es el inicio de todo; creo en los sueños de los hombres y mujeres que hace 200 años, hace 100, nos regalaron una nueva oportunidad.
Creo que en el recuento somos muchos más los hombres y mujeres de bien, que buscamos la belleza, la bondad y la justicia: el amor y la felicidad; creo que la luz siempre, siempre vence a las tinieblas.
Creo que hoy es mejor que ayer y que mañana será la consecuencia de este hoy con el que me comprometo.
Creo en mí, creo en un nosotros, nosotras… ¡Creo en México!
miércoles, septiembre 01, 2010
COMPARTIR ¿de más?
Reconozco que me gusta compartir mi vida, me encanta FB, twitter, el messenger de BB, skype, grupos de yahoo o de google... lo que se te ocurra. Busco nicknames o frases, latinajos casi olvidados o francos plagios de otros muros o frases de libros (sí, también leo libros y muchos)
Me encanta ver fotos de mis hijos con sus amigos, de mis amigos con sus hijos, de mis primos y sus vidas, de los amigos de mi infancia y adolescencia, de como van creciendo los pequeños de la familia, de recitales, de fiestas y piñatas, de noches de antro, de la boda del primo al qeu casi nunca veo y de la fiesta a la qeu no fui.
Ciertamente tengo muchos amigos de FB, muchos de ellos no son mis amigos mas cercanos, otros a partir de eso se han hecho parte de mi vida y estamos mas cerca qeu nunca, Y también tengo muchos amigos qeu se la pasan diciendo malos agüeros y profecías sobre compartir la vida de más. Que si te secuestrarán, que si te robarán o usarán tu información para... ¿que será?
El otro día me pidieron que quitara una foto, con mucho gusto lo hice pero me pregunto ¿si somos adultos y no tomamos fotos "comprometedoras" por qué esconder lo qeu hacemos? Me dicen qeu los pongo en riesgo, que pongo a mi familia en riesgo. Mhhmmm no creo qeu a nadie le importe si pongo un twitt sobre ¡vamos a vernos hoy en la playa!
Hay una cultura de paranoia, no sólo en México, en el mundo entero, sentimos qeu nos persiguen y que nuestro teléfono (que NO está en mi perfil de FB) lo usarán para extorsionarme o pedir rescate. Los "malos" no se tomarán la molestia de revisar mi perfil y buscar entre mis casi 700 amigos para ver quién es secuestrable. Además de que mis preferencias están en mantener la privacidad, hay mucha información que sólo es para mis amigos y para mí.
Exactamente igual qeu en la vida real, pero extendida. Creo qeu Marshal McLuhan estaría en éxtasis.
Me encanta recibir felicitaciones por mi cumple, comentarios a mi estado de ánimo y apoyo en mis desvelos y preocupaciones, me gusta animar a mis amigos y a mis amigas en sus problemas y en sus alegrías, compartir fotos, fiestas y días.
Me gusta el sentido de comunidad que se crea con messenger entre la familia y que compartimos chismes, recetas y fotos instantáneamente (aunque a algunos les moleste el grillito de los mensajes, es fácil ponerlo en silencio, el mío así está) me da risa que a los que no les gustan las redes sociales si usen el teléfono o los cafés... es lo mismo pero en GRANDE.
¿Cómo hacerles entender que el mundo se ha encogido? ¿que tenemos la capacidad maravillosa de la comunicación instantánea?
¿Cómo regalarles el gozo del compartir?
lunes, agosto 23, 2010
Me gusta la gente...
Me gusta la gente
Fernando Soto Aparicio*
Me gusta la gente que no le pone obstáculos a la vida, y que por el contrario vive derribando las alambradas, rellenando los baches y haciendo que el camino sea fácil para todos;
y la que en vez de cerrar las manos para formar un puño las abre para manifestar una bienvenida;
y la que convierte los gritos de ira de los otros en una canción de esperanza y de felicidad para todos;
y la que deja las puertas abiertas, los salones iluminados, los caminos sin maleza y los sentimientos sin el camuflaje de las máscaras.
Me gusta la gente que no enseña mandamientos sino que distribuye sugerencias destinadas a limarle a la vida sus aristas difíciles,
y la que siembra sueños para que cosechemos ilusiones,
y la que construye aljibes para guardar el milagro de las lloviznas con destino a las futuras épocas de sequía,
y la que sabe jugar a las canicas con las lágrimas petrificadas que producen las amarguras más enormes,
y la que no tiene miedo de sus palabras porque las ha convertido en la música del diálogo y de la convivencia,
y la que levanta castillos de fraternidad con los adobes que dejaron abandonados la maledicencia y la envidia,
y la que sabe jugar en los recreos y habla del paraíso en los velorios y canta en la soledad de los caminos para que se nos acorten las distancias.
Me gusta la gente que no le teme a la generosidad y que es capaz de compartir el pan y la confianza,
y la que edifica un castillo de arena para que lo habiten los peces elementales de los últimos sueños,
y la que frente a la tropa del dolor muestra los abanderados de la fortaleza,
y la que reparte a manos llenas lo que no tiene porque sabe que lo importante no es regalar lo que nos sobra sino ofrecer lo que a los demás les hace falta.
Me gusta la gente que tiene el valor de reconocer sus limitaciones y sus propios errores, y a la que no le tiembla la voz cuando pide perdón humildemente.
Me gusta la gente que se equivoca, la que es capaz de redactar una enmienda, la que intenta pintar un paisaje aunque no tenga manos, la que trata de cantar una canción aunque no tenga labios, la que da amor y ternura y entendimiento aunque las circunstancias la hayan dejado sin corazón.
Me gusta la gente que no le dice que no a nada, la siempre dispuesta, la eternamente lista,
y la que se la juega toda sin esperar ganancias,
y la que no le pone talanqueras a los potreros donde pastan sus recentales,
y la que tiene callos en las manos de tanto estrechar las manos de los amigos y de los enemigos con la misma dosis de comprensión y de ternura,
y la que a las maldiciones que escucha las envuelve en bendiciones para que nadie sepa cómo fueron en sus malos momentos,
y la que es horizonte sin frontera, mar abierto, campo roturado, abrazo interminable.
Me gusta la gente que llena el planeta de fuerza positiva, la que construye, la que levanta, la que amplía, la que multiplica las posibilidades de realización, la que se entrega, la que nos reafirma que la vida es maravillosa e irrepetible, y que debemos vivirla con la mayor intensidad posible para que entre todos seamos capaces de construir una esperanza que no mienta y una felicidad que nos sobreviva.
Me gusta la gente. Toda la gente. Aun la que no debería gustarme, porque no pierdo la esperanza de que un día se colocará del mismo lado de todos los que estamos acometiendo la tarea de hacer más hermoso y más vivible el mundo. - (De la novela La noche del girasol, próxima a aparecer)
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* Fernando Soto Aparicio, escritor colombiano, autor de más de 50 obras literarias (novelas, cuentos, poesía, ensayos) y más de 5 mil guiones para televisión. Sus novelas han obtenido importantes premios internacionales y traducidas a cerca de 20 idiomas.
domingo, agosto 22, 2010
Ancha es la Puerta
de Benjamín González Buelta, S.J
“Ancha es la puerta
- de los centros comerciales para adictos refinados;
- de los hoteles de lujo para le élite del negocio y del poder;
- de los que acuden a lavar los dólares del narcotráfico;
- de los sepulcros vacíos que cultivan fachadas y apariencias.
Estrecha es la puerta
- de los que sirven en las residencias millonarias;
- de los calabozos que reprimen a los justos;
- de los ranchos construidos con material de desperdicio;
- de las decisiones solidarias con los oprimidos.
Ancho es el camino
- de los latifundios que se pierden en el horizonte baldío;
- de las autopistas hacia las playas exclusivas;
- de la corrupción que se pasea en carros de lujo;
- de las multitudes domesticadas por la costumbre.
Estrecho es el camino
- de los que hunden la pala en los cimientos de los grandes edificios;
- de los callejones en los barrios marginados;
- de la nueva justicia abierta en medio de la selva legal;
- del futuro del Reino que no es noticia en ningún periódico.
Ancho es el camino
- que lleva a los sumos sacerdotes al templo de Jerusalén;
- de la casa de Herodes construida con impuestos populares;
- del palacio imperial de Pilato;
- de las aclamaciones de las multitudes ahítas de pan.
Estrecho es el camino
- que va de Belén a la cueva de los pastores;
- que sigue Jesús hacia los poblados perdidos de Galilea;
- que sube hasta el monte de la Transfiguración;
- de la callejuela que atraviesa Jerusalén y llega hasta el Calvario;
- de la decisión que conduce hasta Getsemaní en medio de la noche”.
Amplia es la calle que lleva a la perdición.
Qué estrecho es el callejón que lleva a la vida”
martes, agosto 17, 2010
viernes, julio 30, 2010
lunes, julio 19, 2010
jueves, julio 15, 2010
miércoles, junio 30, 2010
VUDÚ

Me robé la servilleta que usaste cuando tomamos café, te levantaste al baño y fuiste descuidado. Ahí irían tus besos y tus promesas.
Atesoro aún el beso que me diste al despedirte, el sudor que perló tu frente cuando te dije que me iría a vivir contigo y descansaste al decirte que era una broma.
Guardé un suspiro mío al verte partir, una bocanada de aire fugaz y el reflejo de la luna en tu cabello.
Tomé todas estas cosas y las armé en un muñeco, relleno de sueños y anhelos, de imágenes perdidas y de tardes solitarias.
Cada noche acomodo sus ojos de botones robados de tus camisas, lo visto con la camiseta que dejaste al amarme hasta el amanecer en que saliste corriendo, pongo su cabeza sin boca y sin palabras en mi almohada y sueño contigo, con nosotros, con el mañana.
Hoy me llamaste, no has dejado de pensar en mí dices, te da vueltas la cabeza me cuentas, estas mareado, quieres verme. Esta noche, te digo, temprano, te esperaré.
Prendí la chimenea, puse música suave y preparé la cena que te gusta, unas velas estratégicamente colocadas y todo está a punto. El atardecer invernal es precoz, llegarás al mismo tiempo que la oscuridad.
Abrazo tu imagen una última vez, ahora te tengo a ti. No lo necesito y con toda la intención de retenerte para siempre lo arrojo al fuego, su relleno de serrín e ilusiones explota en una sola llamarada haciendo eco al timbre de entrada. Has llegado.
Abro la puerta y en el quicio encuentro un ramo de flores y un montón de cenizas humeantes que me recuerdan que el vudú si funciona. Y funciona muy bien.
miércoles, junio 23, 2010
matrimonio entre raros...
Matrimonio entre raros
Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo.
El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.
Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.
Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.
Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.
Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.
Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!".
Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.
Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.
En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción.
Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.
martes, junio 22, 2010
sábado, junio 19, 2010
para orar...
Para orar
Guíame, dulce luz, en medio de las tinieblas que rodean,
guíame hacia adelante.
La noche es oscura y estoy lejos de mi casa.
¡Guíame hacia adelante!
Guarda mis pies.
No pido ver el horizonte lejano,
un paso me basta.
Paja y Viento...
Paja y viento
¿cómo abordar un avión si hay que desembarazarse de lo que sobra cuando se es un espantapájaros?
Presentarse al mostrador no tiene problemas a pesar de la mirada de soslayo de la señorita
… este… identificación por favor…
cabello rubio pajizo
tez amarillenta
ropa desgastada por el uso, algo remendada, sobre todo en los lugares estratégicos
¿id con fotografía?
¿le sirve esta? Fue tomada bajo el sol del verano, atrás verá algunos pájaros, no pude evitarlos…
… si. Si, está bien… con tal de deshacerse de él le imprimió el pase de abordar y checó su equipaje.
La etiqueta sobre la caja de cartón amarrada con sobrantes de cuerda hacía ver más viejo aún el paquete.
Cruzar el arco de seguridad, el sombrero de hoyos, el cinturón de cordel, la chamarra a cuadros y los zapatos dispares.
Llegó hasta el overol y al soltar los botones perdió la identidad.
El avión despegó sin el pasajero de la fila 7C, olvidó en su prisa y desinterés una caja de cartón muda en el asfalto de la pista.