"No conocer la historia nos condena a repetirla"
En este caso estamos haciendo un repaso obligatorio. La influenza no es nada nueva. Nos ha acompañado desde que tenemos memoria. Existe como pandemia* ya reconocida por los síntomas desde hace trescientos años y vuelve a intervalos impredecibles. En el siglo XX tuvimos tres pandemias; la más famosa; la Influenza Española de 1918, que mató a mas de 50 millones de personas alrededor del mundo, mas que la 1ª guerra mundial. La de 1958 que mató entre uno a dos millones y la de 1968 con una mortandad de mas de setecientas mil personas.
La influenza española mató a muchas personas jóvenes y aparentemente sanas. Era tan fuerte que a los primeros síntomas las personas caían desmayadas y morían al día siguiente. La mayoría de los que morían rápidamente era debido a neumonía viral, en los que la enfermedad evolucionaba lento la neumonía se volvía bacteriana.
La pandemia tuvo serias repercusiones sociales. Los prestadores de servicios enfermaban y el sistema de salud se vio sobrepasado, las cuarentenas entraron en vigor y las restricciones sociales** se hicieron leyes. Los funerales duraban un máximo de quince minutos y no había suficientes enterradores ni ataúdes, por lo que los cuerpos se apilaban en las funerarias. Lo interesante es que las comunidades que implementaron las medidas de restricción social tuvieron mucho menor incidencia de mortalidad y de casos severos.
Una pandemia severa, como podemos ver, tendrá serias repercusiones económicas y sociales. Las maneras de controlarla, contenerla y aislarla son relativamente sencillas y fáciles de implementar:
• Restricciones sociales
• Cuarentena
• Aislamiento de enfermos.
Seguir estas reglas es por nuestro bien.
Si nos lavamos las manos con frecuencia, tosemos en pañuelos desechables y los desechamos en un envase cerrado o tosemos en el ángulo del codo, aplicamos restricciones en el saludo y distancia de otras personas, lavamos y desinfectamos las superficies en nuestra casa con cloro o algún desinfectante común, nos lavamos las manos con frecuencia antes de preparar los alimentos, después de comer e ir al baño o de saludar a otros, no frecuentamos lugares públicos y limitamos nuestras salidas podemos hacer mucho por evitar la propagación de esta cepa.
Hay que planear las cosas y prepararnos como si fuera un huracán o un sismo, esto es una verdadera emergencia. Tener a mano las medicinas usuales que requiere nuestra familia; un botiquín completo, agua, alimentos enlatados o de fácil consumo, pilas, gasolina y planes de emergencia familiares en donde todos estén enterados de que se debe de hacer o a quien acudir en caso de emergencia o de verse separados. En fin, las recomendaciones clásicas del Plan Familiar de Emergencia.
¿qué es lo que debes de tener?
• Comida para por lo menos una semana
• Agua para el mismo tiempo, calcula 5 litros por persona por día.
• Medicamentos específicos, diabéticos, cardíacos, niños, ancianos.
• Botiquín de primeros auxilios.
• Cloro en galones para desinfectar.
• Desinfectantes, agua oxigenada, isodine.
• Comida para tus animales
• Guantes y tapabocas
• Celular y cargador
• Acetaminofén o paracetamol, aspirina (no para niños debido al riesgo de daño neurológico) ibuprofeno.
• Electrolitos (suero oral)
¿Cuál es nuestra tarea y nuestra responsabilidad?
La cooperación de cada uno de nosotros es invaluable para contener y detener o por lo menos mitigar, esta epidemia.
• Educar a nuestra familia y amigos en las reglas básicas de la higiene recomendada.
• No saludar de beso ni de mano, evitar la cercanía a otras personas y por eso no asistir a lugares donde se reúna mucha gente.
• Mantener ventanas abiertas, en lo posible,
• Lavar las manos con jabón durante VEINTE segundos o usar un gel de alcohol, antes de preparar alimentos, comer y después de ir al baño. Antes de tratar a alguien potencialmente enfermo y después,
• Cúbrete al estornudar y/o hazlo en tu codo. Lávate las manos después y usa pañuelos desechables.
• Usa desinfectante en todas las superficies donde comes y estás. Cocina, baños, dormitorios. Un cuarto de taza de Cloro por cada litro de agua.
• Involucra a tu familia
• Involucra a tu comunidad, tu iglesia o escuela
• Mantente informado
• Haz una historia por cada miembro de tu familia, con información médica y actualizada.
• Si alguno estuvo expuesto al virus mantenlo apartado y bajo observación, el virus puede tardar hasta 7 días en manifestarse, no compartas vasos, platos ni sábanas o toallas.
• Los antivirales que parecen funcionar son oseltamivir y zanamivir, pero deberían de ser usados en las primeras 48 horas de la exposición. Sólo puedes ser recetados por un médico y a veces no son tan efectivos así que no confíes plenamente en ellos.
• La deshidratación es un peligro en la influenza, toma muchos líquidos y evita perderlos.
¿cómo reconocerla?
La influenza porcina es muy parecida a la influenza estacional, la gripe común. Excepto que sus síntomas son mas severos y pueden llevar a complicaciones y a la muerte.
• Fiebre de más de 39º C
• Dolor de cabeza y articulaciones
• Escalofríos
• Dolor de garganta o tos
• Nariz tapada
• Cianosis (la piel se vuelve azul)
• Diarrea y/o vómito
• Pulso acelerado (más de 90 lpm)
• Cólico
• Deshidratación
• Sangrado por boca o nariz
¿qué podemos hacer?
Cada síntoma puede ir siendo tratado a medida que aparezca, usar ibuprofeno o paracetamol para la fiebre, muchos líquidos para prevenir y tratar la deshidratación.
¿cuándo avisar al médico?
• Avisa a tu médico o tu centro de salud si los síntomas persisten mas de 24 horas o si son muy severos.
• Si hay sangrado por la nariz o la boca, o por el recto.
• Si tienes otra enfermedad o condición médica como cáncer, HIV , diálisis, etc. recuerda que también hay otras personas que necesitan la atención que NO tienen influenza, accidentados, enfermos de otras cosas, etc.
• Si la fiebre de mas de 39º persiste durante tres días
• Si tienes pérdida de consciencia
• Si tienes mareos extremos o dificultad para caminar
• Desorientación y confusión
• convulsiones
• Dificultad para respirar
• Letargo extremo
• labios azules o palidez súbita.
¿algo más?
Sí, lo más importante, mantener la calma, una pandemia afecta la sociedad y la vida comunitaria. El nivel de stress se eleva de una manera tremenda ya que se pierden familia, trabajo y medios económicos. Es importante reconocer los síntomas del stress en nosotros mismos y en los demás.
Sicológicos;
• ansiedad
• cambios de personalidad
• cambios en el apetito
• miedo a estar con otras personas
• ideas suicidas
• problemas de concentración
• depresión
• pesadillas
Fisiológicos
• dolores de cabeza o quijada por tensión
• gesto de enojado
• dolores de espalda o de cuello
• temblores de manos o piernas
• tartamudeo o incoherencia
• lenguaje corporal agresivo.
Cuídate a ti mismo, si tú no estás bien no podrás ayudar a nadie. En tiempos de urgencias es importante mantener la calma, no pasar chismes ni información tergiversada o alarmista. Sé honesto y claro, hay muchas personas que no saben y confían en ti. No hagas promesas que no puedes cumplir y recuerda que la posibilidad de la muerte está presente. Respeta las diferencias culturales y educacionales, la muerte y la enfermedad no se viven igual en todas las culturas.
La muerte
¿qué hacer cuando hay una muerte?
• llamar al centro de salud, a la policía o al número de emergencias local.
• asegúrate de obtener una copia del certificado de defunción, será necesario parra seguros, testamentos, etc.
• usando guantes y tapabocas cubre el cuerpo con plástico fuerte (bolsas de basura) séllalo y ponlo en el lugar mas fresco posible.
• NO trates de cremarlo
• NO trates de enterrarlo
Las autoridades trasladarán al cuerpo en cuanto les sea posible.
Recuperación
Las pandemias vienen en olas. La parte difícil de la recuperación consiste en reconstruir lo que ha quedado, manejar a los muertos y a sus familiares, reestructurar la comunidad y los sistemas de voluntariado y reconocer que es posible que aún no haya terminado.
Como ves las consecuencias de una pandemia son escalofriantes y ni siquiera hemos tocado los sistemas económicos y laborales. Tú puedes ayudar a que sean menos impactantes con tu trabajo y educando a los que están cerca de ti.
A fin de cuentas la responsabilidad no es del gobierno ni de los servicios de salud. Es personal. Planear, prepararse, mantener un agudo sentido comunitario e informar a nuestros vecino, amigos y parientes puede evitar ser una víctima más de las estadísticas.
Si tienes experiencia en atención prehospitalaria, enfermería, comunicación o desastres puedes ser un voluntario. Acércate a tu centro de salud o a tu organización, iglesia o club y recuerda cuidarte tú para poder cuidar a los demás.
*Pandemia; el virus se extiende por diferentes regiones y países del planeta.
**restricciones sociales; no dar la mano, no besar, mantener una distancia de mas de 80 cm entre las personas, no asistir a lugares cerrados ni con muchas personas.
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